MIGUEL ALBERDI

Conocí a Fran en el 2006. Nos juntábamos los domingos tres o cuatro amigos para salir en bici de montaña a dar una vuelta de 20/25km y uno de esos días se nos unió. Desde el principio nos metió el gusanillo del Triatlón en el cuerpo, y consiguió que diéramos un paso importante para ello al comprarnos otro amigo y yo las bicis de carretera en la tienda donde el trabajaba.

No sabíamos ni ponernos los zapatos de bicicleta para montar sin caernos, pero Fran pacientemente nos fue enseñando. Primero los zapatos, luego el cambio de marchas, soltar una mano para coger el bidón de agua o para coger algo que tuvieras en el maillot... Y empezamos a trabajar para hacer Triatlón... A los pocos meses de tener la bici llegó el día en el Triatlón de Playa Blanca. Muchos nervios antes de empezar, pero Fran seguía aconsejando. "Ten los bidones congelados, se descongelaran mientras nadamos y los tendrás frescos para la bici" o "Lleva otro par de gafas atado al pie por si pierdes o te arrancan las que llevas puestas"... El objetivo se cumplió: terminé mi primer triatlón y supe que ya no podía dejar ese deporte nunca.

Desde entonces muchos han sido los que he completado en corta distancia, hasta que este año el planteamiento fue pasar a la larga distancia con una prueba en septiembre en Mallorca. Medio Ironman por delante.
De nuevo Fran como asesor, esta vez a través de Nutritrainig, y con un plan de entrenamiento específico y personalizado con un seguimiento semanal del peso y el estado físico. Varios meses de trabajo conjunto dieron como resultado una prueba espectacular en cuanto a rendimiento el día de la carrera y un nivel físico que nunca pensé yo que pudiera alcanzar con 41 años.

Después de eso y tras mucho pensar llega el gran paso que toda persona que ama este deporte tiene en mente desde que empieza. Terminar un Ironman. De nuevo en manos de Fran con el objetivo puesto en mayo y con la planificación adaptada por el a mis necesidades. No tengo duda de que con su experiencia lo conseguiremos y se completará un sueño que comenzó aquellos domingos de paseo en bici. Gracias por todo Fran.